Conocer tu tipo de piel es fundamental para identificar tu cuidado diario y conseguir una piel sana, tersa e hidratada gracias a los productos adecuados. Elegir productos que no son adecuados para tu tipo de piel podría arruinar la salud de la epidermis.
¿Cómo reconocer tu tipo de piel?
Comencemos describiendo los cuatro tipos básicos de piel: normal , seca , grasa y mixta .
Cada tipo tiene sus propias características y requiere un tratamiento y cuidado especial.
Hay dos factores que afectan a la naturaleza de la piel: el agua , que determina su compacidad e hidratación, y los lípidos , responsables de la nutrición y la suavidad.
Partiendo de estos dos factores, vamos a explicar ahora de forma específica las características de cada tipo de piel.
Piel normal
La piel normal es compacta, elástica, de color homogéneo y tiene una textura tersa y suave. Este tipo de piel es fácil de tratar, ya que no presenta ningún problema en particular, incluso con el paso de los años no será necesario un cuidado especial, basta con seguir una rutina diaria clásica de limpieza e hidratación.
Piel seca
La piel seca generalmente es causada por factores externos. Las causas pueden ser el sol o el frío, que en ocasiones puede hacer que parezca agrietado. Este tipo de piel tiene una baja cantidad de agua y lípidos. Además, es propenso a la irritación y tiene riesgo de envejecimiento prematuro. Por eso es fundamental cuidarla, utilizando productos que puedan aportar a la piel seca el tipo de hidratación adecuado. También es recomendable integrar el cuidado externo con la ingesta adecuada de líquidos, por lo tanto, beba mucha agua para garantizar que la hidratación comience desde el interior del cuerpo.
Piel grasosa
La piel grasa es brillante y grasa, a menudo caracterizada por la presencia de comedones (es decir, puntos negros o blancos) en la zona T, causados por poros dilatados, una característica típica de este tipo de piel. Este tipo de piel, en la adolescencia puede ser propensa al acné, que si no se trata de la manera adecuada, puede dejar cicatrices permanentes.
En cuanto al envejecimiento de la piel, sin embargo, este tipo de piel es menos propensa a la aparición de arrugas, no es casualidad que los productos generalmente recomendados para hidratarla tengan una textura muy ligera. Cabe recalcar que es muy importante limpiarlo a fondo todos los días, para mantenerlo opaco y evitar el efecto graso.
Piel mixta
La piel mixta tiene las características de la piel grasa y seca al mismo tiempo. En general, la zona T, es decir, la frente, la nariz y la barbilla se ven grasosas debido al exceso de sebo. Mientras que los pómulos, las mejillas y los labios pueden ser normales o, en ocasiones, un poco deshidratados.
Este tipo de piel es fácilmente tratable. Simplemente identifique las áreas grasas y secas, y use productos específicos.